Cientos de compañías han adoptado modelos de trabajo híbrido sin una base sólida de datos, pero han tomado la decisión acertada.
El trabajo híbrido se confirma como la opción adecuada, ya que mantiene la eficiencia y reduce los gastos relacionados con las oficinas.
A comienzos del año, en Valencia se llevó a cabo un ensayo inicial para implementar una semana laboral de cuatro días, cuyos resultados prometedores aún están en proceso de análisis. Paralelamente, los datos indican que, sorprendentemente, las estadísticas de teletrabajo se mantienen en los niveles de 2020, cuando se impuso debido a las restricciones de la pandemia, aunque están fuertemente influenciados por el enfoque híbrido.
Superada la urgencia de la pandemia, es el momento propicio para llevar a cabo una evaluación reflexiva de las reales ventajas e inconvenientes del teletrabajo y determinar cómo aprovecharlos o solucionarlos de manera objetiva. Actualmente, se dispone de investigaciones con resultados poco definitivos que señalan en direcciones opuestas. Los ejecutivos se apegan a los datos que sugieren un impacto negativo del teletrabajo en el rendimiento, mientras que los empleados confían en aquellos que apuntan en sentido contrario. Entonces, ¿cuál es el modelo de jornada laboral más eficiente?
La sabiduría colectiva parece haber acertado. En 1906, el científico británico Francis Galton, un experto escéptico en estadísticas que creía que el juicio de las masas en conjunto era siempre incorrecto debido a la influencia mutua, asistió a una feria ganadera. En ese evento, se llevó a cabo una rifa en la que 800 asistentes debían adivinar el peso exacto de la carne de un buey recién sacrificado. Al final de la rifa, el científico recopiló todas las boletas de participación y calculó el promedio de todas ellas. El peso promedio calculado por la mayoría de los participantes estuvo dentro del 0,8% del peso real promedio del buey. Si hubieran actuado como una única entidad, habrían ganado la rifa.
Una situación parecida se ha manifestado en la elección del modelo de trabajo híbrido, considerado una solución más equilibrada que ya está siendo adoptada por innumerables compañías en todo el mundo. Esto les permite aprovechar las ventajas económicas y de conciliación laboral que ofrece el teletrabajo, al tiempo que conservan los beneficios de la cohesión de los equipos que se obtienen en el trabajo presencial. No obstante, al preguntar a los líderes de las empresas, sus argumentos suelen basarse en opiniones personales o percepciones subjetivas.
La clave reside en encontrar el equilibrio del modelo de trabajo híbrido. El profesor Nick Bloom, un destacado experto de la Universidad de Stanford que participó en la creación del informe más amplio sobre la productividad en el teletrabajo hasta la fecha, subraya que, muy probablemente y de manera similar a la experiencia del científico Francis Galton en la feria de ganado, la sabiduría colectiva de las empresas las ha conducido hacia la elección acertada del modelo de trabajo.
El teletrabajo ha ido evolucionando hacia el trabajo híbrido, que implica entre 1 y 3 días de trabajo presencial en la oficina y el resto de la semana laboral se aprovecha trabajando de manera remota, aprovechando lo mejor de ambas modalidades.
La eficiencia laboral se incrementa y las empresas experimentan un aumento en sus ganancias. Los análisis realizados por la Universidad de Stanford indican que la eficiencia laboral mejora hasta en un 25% cuando se trabaja de forma remota. No obstante, este incremento se mantiene constante a lo largo del tiempo cuando se adoptan enfoques híbridos, pero disminuye significativamente, incluso alcanzando niveles negativos, cuando se opta por el teletrabajo a tiempo completo. En otras palabras, la mejora en la eficiencia es evidente, pero la clave está en conservarla mediante un modelo de trabajo híbrido. Antes de 2020, la eficiencia laboral experimentaba un aumento anual del 1.2%, y desde 2020 ha incrementado hasta el 1.5%.
Lo que más preocupa a las empresas, incluso por encima de la productividad, son los beneficios financieros. La introducción del teletrabajo ha llevado a una drástica reducción en los gastos de las empresas en áreas como alquiler de oficinas, costos energéticos y servicios. Muchas de ellas han optado por trasladarse a espacios más pequeños en las afueras de las caras zonas financieras. Esto ha impulsado un crecimiento de hasta cinco veces en la implementación de diversos modelos de trabajo a distancia en comparación con el año 2019.
Además, los empleados satisfechos también contribuyen a la reducción de costos. Un estudio realizado por los mismos expertos de Stanford señala que al aplicar modelos de trabajo híbrido en una muestra de 1,612 ingenieros, se redujo en un 35% el índice de insatisfacción laboral en la empresa, lo que resultó en una disminución en la tasa de renuncias.
Las conclusiones obtenidas por Stanford concuerdan con los hallazgos del Informe Anual sobre Teletrabajo publicado por Workmeter. Este informe confirma un mayor nivel de satisfacción entre los supervisores, los demás empleados, y las empresas han comenzado a ofrecer el teletrabajo como un beneficio adicional para atraer talento en nuevas contrataciones.
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